El iPad que no muere: sigue intacto tras 10 años
Cuando compré mi primer iPad, luego han ido llegando varios hasta mi actual iPad Air 4, quedé sorprendido por el concepto. Pequeño, funcional y versátil, ese chisme tenía los elementos para abrirme las puertas a nuevas posibilidades. Hoy, 10 años más tarde, el iPad sigue funcionando y sin animo de desfallecer, aunque su uso ya difiere bastante del original. Esta ha sido mi experiencia tras 10 años con un iPad.
El iPad mini de 2012 en 2022
Este dispositivo fue el primero que incorporó puerto lightning, que ya tiene fecha de caducidad. Pero en 2012 era la novedad, de hecho fue estrenado también por el iPhone 5. La pantalla del Pad me parece ahora pequeña, tras años usando modelos con paneles superiores, pero en aquella época no necesitaba nada más. También es cierto que estábamos acostumbrados a teléfonos móviles con pantallas de 4,7 pulgadas, cuando ahora lo habitual es un tamaño mucho mayor.
La cuestión es que a este iPad le he ido dando uso diferentes, desde utilizarlo como herramienta de trabajo y envío y recepción de correos electrónicos, hasta ocio. Cómodo, manejable y versátil como pocos dispositivos, este iPad me ha proporcionado un servicio excelente. Sin embargo, ha sido mis hijas las que le han dado un uso más intenso. Ha sido una buena batería de prueba para juegos de todo tipo, desde educativos a lúdicos. Y todavía lo sigue siendo, ya que mi hija más pequeña lo utiliza sin ningún tipo de inconveniente. Incluso utiliza herramientas como YouTube o YouTube Kids, como distracción, siempre bajo nuestra supervisión.
Actualmente, el uso de este iPad se restringe también a la fotografía, ya que es una buena manera de introducir este noble arte a mis pequeñas sin necesidad de correr ningún riesgo. Una funda resistente a todo lo hace posible obviamente, no tiene ni el sensor ni el objetivo ni la definición de dispositivos más modernos, pero sí que proporciona las herramientas suficientes para experimentar. Es cierto que ya no lo utilizo como herramienta de trabajo, ya que se ha quedado en iOS y actualmente vamos por iOS 16.
Pero no hay ningún problema a la hora de enviar o recibir correos electrónicos. La navegación por Internet es cierto que ya es lenta, por lo que su uso para esto ha de ser como algo esporádico o de emergencia.
El misterio de la batería
Todos sabemos que la batería de cualquier dispositivo es algo que tiene fecha de caducidad, y que se degrada a medida que lo utilicemos. No sé si este iPad estuvo tocado por la varita mágica o realmente cuenta con una batería de un elemento poderoso.
Tras 10 años de uso aguanta perfectamente durante toda una jornada. No soy capaz de comprobar cuál es su grado de degradación, que evidentemente debe tenerlo, pero yo esperaba que tras tanto tiempo la batería quedaría agotada en menos de dos horas, cuando no es así.
Misterios que de momento no tienen ningún tipo de respuesta para mí, pero que sin embargo, suponen una sorpresa agradable. Comparando este iPad con los modelos actuales de su tamaño no se puede decir que esté pasado de moda, pero sí que se hace extraño ese tipo de formas tan redondeadas que puso Apple en marcha por aquella época.
El iPad mini del año 2012 fue un auténtico bombazo, y de hecho, puedes todavía comprarlo en alguna tienda de segunda mano por un precio escandaloso. Yo no estaría dispuesto a pagar 90 € por uno tal y como he visto. El iPad va a seguir en casa dando guerra hasta que muera definitivamente, pero este paso tiene toda la pinta de que nos jubila a todos nosotros.
Sin duda, fue una compra que ha merecido la pena y que ha quedado ampliamente amortizada.